Camarada
Luis López
Los
acontecimientos que llevan ocurriendo en España en relación a la
lucha de los compañeros estibadores se han informado, en los grandes
medios de comunicación, de forma tanto fragmentaria como interesada,
omitiendo puntos importantes y desuniendo las dimensiones del
problema en cuestión.
Nuestro
Partido debe pronunciarse ante los hechos ocurridos en la Estiba
para, por un lado, unir las piezas del rompecabezas y narrar
coherentemente los hechos que hasta hoy han venido teniendo lugar, y,
por otro lado, para ayudar a los compañeros estibadores a no perder
el norte ante el oportunismo que se ha inmiscuido entre sus filas
para hacerlos servir al capital.
Los
hechos se remontan a principios de febrero. Se anuncian revueltas
entre los estibadores de España (con Algeciras y Valencia como
epicentros) como respuesta al decreto europeo que pretendía
liberalizar el sector de la estiba. Ese decreto ponía un mínimo de
despidos para “rentabilizar el sector”, además de facilitar el
despido de los demás compañeros y “flexibilizar los salarios”
de los estibadores (resultando en salarios fluctuantes que
arruinarían a muchos compañeros).
El
día 8 de febrero de 2017, la cadena SER anunciaba:
“Los
estibadores
de todo el país
critican la irrupción del ministro
de Fomento
con un decreto
ley
cuando se estaba negociando la reforma del actual marco
legal,
tal como impone la Unión
Europea.
Consideran que con este decreto, los contratos indefinidos se
convertirán en puestos de trabajo precarios.
Lamentan
que las empresas estibadoras podrán así sustituir, libre y
gradualmente, a los actuales trabajadores portuarios y que los
despidos
serían cubiertos mediante subvenciones públicas.
Por todo ello, han convocado paros en horas y días alternos desde el
20 al 25 de febrero.”
Con
ello, quedaban convocadas jornadas de huelga para un futuro cercano
como medida de presión al Gobierno para que anulase el decreto. Así
informaba “El Economista”:
“Los
estibadores de los puertos han formalizado su convocatoria de huelga
para los próximos días 20, 22 y 24 de febrero, en protesta por la
reforma planteada por el Ministerio de Fomento para romper el
'monopolio' que este colectivo tiene del sector encargado de cargar y
descargar los barcos, esto es, de gestionar las mercancías que
entran y salen de España por mar. La
huelga está convocada por todos los sindicatos con representación
en el sector, la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, CC.OO,
UGT y CIG, que además advierten de que la extenderán "si no se
alcanza un acuerdo". Estos sindicatos llaman así al colectivo
de 6.150 estibadores que trabajan en los puertos a parar todas las
horas impares del periodo comprendido entre las 8.00 horas del 20 de
febrero y la misma hora del día siguiente, y de las mismas franjas
horarias entre de los días 22 y 23 de febrero, y 24 y 25 de este
mes.”
El
blog “El Diario” añadía.:
“Los
estibadores han decidido ir a la huelga. Estos trabajadores, que se
encargan de gestionar la carga y descarga de mercancías de los
barcos, le han declarado la guerra al Ministerio de Fomento por el
decreto que pretende liberalizar el sector. Por
ello, los 6.156 trabajadores de la estiba van a parar todos los
puertos españoles, en horas y días alternos, del 20 al 25 de
febrero, pero esta convocatoria podrá ampliarse si no se llegara a
un acuerdo, advierte un comunicado de la Coordinadora Estatal de
Trabajadores del Mar.”
“El
Confidencial” adjuntaba nuevos datos de lo que supondría el
Decreto Ley que liberalizaba la estiba:
“Los
sindicatos del sector de la estiba han convocado paros parciales en
las empresas estibadoras –a los que están llamados 6.150
trabajadores– para los días 20, 22 y 24 de febrero en protesta por
la reforma que ultima el Ministerio de Fomento para cumplir
una sentencia del Tribunal de la Unión Europea
–donde se obliga a España a liberarlizar el sector para que las
empresas estibadoras puedan contratar libremente a sus empleados–.
La razón por la que los operarios de puerto se han levantado en
contra de esta medida es que, de llegar a implementarse, supondría
una rebaja de su sueldo del 60%.”
(http://www.elconfidencial.com/economia/2017-02-10/que-piden-estibadores-portuarios-por-que-huelga-claves_1329464/)
Así,
se llegó a esa primera convocatoria. El preaviso de la huelga tuvo
lugar el día 8 de febrero, en Sevilla. “El Mundo” informaba así:
“Primero
pararán las horas impares, después ya se verá. «Todo depende de
si el Ministerio opta por presentar o no el decreto o atiende a un
diálogo social al que nosotros estamos abiertos»,
reconoce a EL MUNDO el coordinador de la Coordinadora Estatal de
Trabajadores del Mar, Antolín Goya. Tras
este preaviso sus planes de echar el freno a la carga y descarga en
los puertos españoles se pondrán en marcha, si nada lo impide, el
lunes 20 de febrero y serán en días alternos.
Por tanto, los estibadores no llevarán a cabo sus trabajos de
momento tampoco el miércoles 22 ni el viernes 24. «Una de nuestras
principales reivindicaciones es
que se cumpla la sentencia pero que el documento resultantes contenga
un modelo defendible
y bien argumentado», defiende Goya. Y si no fuese así, «queremos
alternativas».”
Con
esto se abrió el período de mayor conflictividad en el proceso, el
que abarcaba desde el 8 de febrero hasta las vísperas de la primera
convocatoria. Las empresas de los puertos pronto comenzaron a
denunciar “boicots” de los estibadores:
“La
Sociedad de Estiba y Desestiba del Puerto de Valencia (SEVASA) ha
denunciado este jueves en un comunicado el "boicot" que,
asegura, están
sufriendo las empresas por parte del colectivo de estibadores,
que está produciendo la caída de un 60 % de la productividad de las
terminales. SEVASA
ha indicado que desde que el Ministerio de Fomento anunció su
voluntad de reforma de la estiba mediante decreto ley, en
cumplimiento de la sentencia del 11 de diciembre de 2014 del Tribunal
de Justicia Europeo, las empresas están "sufriendo marchas
lentas" en los muelles. Hay también, según la entidad,
"acciones injustificadas" dirigidas a "obstaculizar"
la asignación del personal necesario para desarrollar con normalidad
la actividad de estiba y desestiba. Estas medidas de "boicot"
por parte de los trabajadores, según SEVASA,
han reducido aproximadamente un 60 % la productividad en
las terminales, y ocasionado "graves perjuicios económicos"
a la cadena logística que requiere de los servicios del recinto
portuario. En los últimos días, esta caída en el rendimiento está
ocasionando pérdidas muy importantes al conjunto de la comunidad
portuaria, ha asegurado.”
Pero
el único objetivo de todos los sindicatos, desde el comienzo del
conflicto, era obtener condiciones para una negociación, utilizando
el fantasma de una huelga como forma de presión que, de denegarles
las condiciones del diálogo, podrían llevar a cabo.
Aquí
estaban de acuerdo tanto las patronales como los sindicatos y los
partidos políticos burgueses [1].
El acuerdo se podría forzar mediante la propia huelga y no sólo
amenazando con ella, ya que de la primera forma la presión a los
capitalistas (que incurrirían en pérdidas) sería mayor que
mediante la palabra, en una mesa de negociación.
La
negociación, en el conflicto sindical, debe ser el resultado de una
huelga, pero no su condicionante. Esto es así porque sólo de este
modo se podría asegurar una presión suficiente sobre los
capitalistas, la patronal, como para que esta cediese a los
trabajadores algunas mejoras en su situación como explotados,
asalariados, y a su vez presionase al gobierno para rebajar el tono
del Decreto Ley.
Sin
embargo, ese decreto les interesa mucho como patronal, ya que al
reducir el salario y facilitar los despidos proporcionaría mayores
beneficios a los capitalistas. De esta manera, si están llamando a
la negociación, no es sino para evitar una huelga que los pusiese en
un aprieto y situase el estoque de parte de los obreros. Y aquí el
oportunismo de los grandes sindicatos, como de los partidos
burgueses, como de la misma Coordinadora Estatal de Trabajadores del
Mar, se hace notar.
Desde
nuestro Partido no podemos sino pedir a esta coordinadora que reanude
acciones intrépidas, que movilice las cajas de auxilio que
seguramente tienen (o al menos los sindicatos solían tener para
permitirse las huelgas de larga duración) y que prepare una huelga
que se extienda en el tiempo. Sólo así, con una huelga general de
estibadores, la solidaridad del resto de trabajadores del Estado
sería aún más fuerte que ahora y el Decreto ley quedaría
verdaderamente cuestionado, y los capitalistas presionados.
Pero
pronto entraron a escena los partidos burgueses, como el PSOE,
Ciudadanos y Podemos, para hablar en contra del “Decreto Ley” y
ganarse así el favor de los estibadores con fines electoralistas. El
caso del PSOE es el más paradigmático:
“El
secretario general del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso
de los Diputados, Miguel Ángel Heredia; el portavoz de la Comisión
de Fomento, Cesar Ramos y el responsable de Asuntos
Maritimo-Portuarios, Salvador De la Encina, se han reunido este
jueves con responsables de Anesco y del sindicato Coordinadora.En
ambos encuentros, los diputados socialistas han hecho ver a las
partes que “el Gobierno no lo está haciendo bien”, al
extralimitarse con el Real Decreto Ley que pretende aprobar,
vulnerando el derecho de los trabajadores. De
la Encina asegura no entender “por qué se han roto por parte del
Gobierno las bases de un acuerdo que patronal y sindicatos tenían
casi cerrado y, sin embargo, se insiste en seguir dañando a la
economía nacional”. El diputado socialista considera que “en
política, lo peor es persistir en el error” y, por eso, espera que
“el Gobierno tome el camino del diálogo y no opte por la senda de
esperar que el Decreto decaiga, porque sería una derrota histórica
en la actual democracia”, concluye.”
Sin
embargo, lo que realmente el importa al PSOE es exactamente lo mismo
que a las grandes empresas:
“El
PSOE ha advertido que si no hay un acuerdo explícito entre la
patronal
y los estibadores
no
apoyará la convalidación del Real Decreto Ley que reforma este
sector y que, previsiblemente, será debatido el jueves en el pleno
del Congreso tras ser pospuesto una semana para dar más margen a la
negociación. […] Hernando ha agregado que es «fundamental» que
las partes alcancen un acuerdo sobre la reforma de la estiba que sea
«explícito» y ha incidido en que su grupo parlamentario está de
acuerdo en cumplir las sentencias que marca la Unión Europea pero
«con suficiente diálogo».”
(http://www.abc.es/economia/abci-psoe-reitera-rechazo-reforma-estiba-si-no-acuerdo-entre-trabajadores-y-patronal-201703131923_noticia.html)
Esto
es excatamente lo mismo que decían los demás partidos burgueses
(https://www.youtube.com/watch?v=1gLe5gorVzY).
Ahora
bien… ¿Diálogo con intereses opuestos? ¿Acaso van a pedir otra
cosa los capitalistas que maximizar la opresión, la explotación?
¿Acaso no les interesa? ¿Acaso no es esto contrario al interés de
los obreros? Buscar un “punto medio”, buscar “mejorar las
condiciones de explotación”, no abolir la explotación, va a
reproducir los problemas, va a volver a volver dar problemas con el
tiempo a los trabajadores.
Nuestro
Partido tiene muy claro que no es suficiente pedir aumentos en el
salario, pues la esclavización asalariada seguiría en pie; una
esclavización asalariada basada en la existencia del trabajador como
mercancía, como “fuerza de trabajo”, de la que se apropia el
capitalista junto a sus resultados productivos.
El
salario es la “fuerza de trabajo”, es el pago porque ésta fuerza
se mantenga en el tiempo; es decir, para que el obrero pueda volver
al trabajo al mes siguiente. Pero “fuerza de trabajo” no equivale
a “trabajo efectuado”. No; el trabajo efectuado es mayor al
trabajo pagado, que es tan sólo el que se corresponde con la fuerza
de trabajo.
Todo
el valor
en que se miden estas dimensiones (“trabajo”, “fuerza de
trabajo”), según nos enseña Karl Marx en “El Capital”,
corrigiendo a los grandes economistas clásicos (como Adam Smith y
David Ricardo), se puede reducir a horas
de trabajo.
Las mercancías diferentes (un teléfono móvil y una libreta) se
pueden intercambiar sólo porque son medidas con un valor
equivalente. Este intercambio se efectúa a través de una tercera
mercancía, el dinero, con unas equivalencias pactadas por los
gobiernos y el Banco Mundial, en base a un patrón que mide el valor
(antes de 1973, el oro; hoy el dólar basado en el PIB de EE.UU.).
Así,
el valor de la fuerza de trabajo (es decir, el salario) se
corresponde con las horas de trabajo necesarias para que el
trabajador pueda volver a trabajar un día sí y otro también. Estas
horas de trabajo son aquéllas que, de media, se necesitan para
producir todas aquellas mercancías básicas para el sustento del
trabajador (la cesta de la compra, la vivienda, etc.).
Se
sobreentiende que ese trabajo necesario para el sustento del
trabajador equivale con una determinada cantidad de horas de trabajo,
y que ese “trabajo necesario” es una fracción de toda la jornada
laboral. Siendo pues sólo una fracción de la misma y no toda la
jornada, se entiende que no nos pagan de acuerdo al trabajo
efectuado, sino al trabajo necesario para mantenernos vivos, con más
o menos fluctuaciones (situándose por encima o por debajo de ese
valor) según las condiciones del mercado de trabajo, etc.
¿Qué
ocurre con el resto de la jornada? Se la apropia el capitalista.
La
lucha por subir los salarios es, pues, una lucha por reducir la
fracción de la jornada laboral que se apropia el capitalista
(llámese este Zara, llámese Estado capitalista), y por aumentar,
así, la fracción de la jornada que perciben los trabajadores.
Pero
no es una lucha por abolir esa apropiación totalmente
injustificable, hoy, que se hace el capitalista del trabajo. Esa
apropiación es la llamada explotación del trabajo por el capital, y
la fracción que excede el trabajo necesario para mantener al obrero,
plusvalía.
Por
eso, Marx y Engels nos dicen, con toda la razón del mundo:
“Salario
justo, en condiciones normales, es la suma precisa para asegurar al
obrero los medios de subsistencia necesarios, de conformidad con el
nivel de vida dentro de su situación y la del país, para conservar
su capacidad de trabajo y para propagar su especie. […] Jornada
justa es aquella que por su duración e intensidad no priva al
obrero, a pesar de haber gastado por completo ese día su fuerza de
trabajo, de la capacidad de realizar la misma cantidad de trabajo al
día siguiente y en los sucesivos. La transacción es, pues, así: el
obrero entrega al capitalista toda su fuerza de trabajo diaria […].
A cambio de ello recibe los objetos justamente necesarios, y no más,
para la vida, lo que se necesita para que la transacción pueda
renovarse un día tras otro. […]”
(Friedrich
Engels; “Un salario justo por una jornada justa”, 1881).
Más
adelante, el autor añade:
“Examinemos,
sin embargo, de qué fondo paga el capital este salario tan justo.
Del capital, se entiende. Pero el capital no produce valor. Quitando
la tierra, el trabajo es la única fuente de riqueza; el capital no
es otra cosa que producto acumulado de trabajo. Por tanto, el trabajo
se paga con trabajo, y el obrero es pagado con su propio producto.
Según lo que podemos denominar como justicia común, el salario del
obrero debe corresponder al producto de su trabajo. Pero, según la
Economía Política, esto no sería justo. Al contrario, el producto
del obrero se lo queda el capitalista, y el obrero no recibe de él
mas que lo estrictamente necesario para la vida. […] Así, como
resultado de esta competición tan desusadamente “justa” [es
decir, “curiosamente” o “extrañamente” “justa” – nota
nuestra], el producto del trabajo de quienes trabajan se va
acumulando inevitablemente en las manos de quienes no trabajan,
convirtiéndose en una potentísima arma para la esclavización de
los mismos que lo produjeron”
(Friedrich
Engels, “Un salario justo por una jornada justa”, 1881).
Sólo
gracias a la lucha sindical, sucedida desde tiempo atrás hasta
nuestros días, ocurre que los obreros pueden percibir algo más de
lo estrictamente necesario para la vida, en algunos casos (trabajos
cualificados). Esto mientras otras ramas de la economía hunden en la
miseria a sus trabajadores, o directamente los echan a la calle
(¿quién no se acuerda de la “desindustrialización” comandada
por el PSOE con Felipe González a la cabeza?).
El
interés del capitalista tiende a la disminución del empleo de la
mano de obra (sin perder productividad gracias a su dominación
burguesa de las máquinas que ayudan a producir más en menos tiempo)
y a la reducción tanto relativa (cobras lo mismo que antes pero por
hacer más trabajo que antes) como absoluta (cobras menos por el
mismo trabajo) del salario que perciben quienes permanecerían
empleados. El interés del obrero, por el contrario, tiende al alza
del salario.
Los
compañeros estibadores deben saber, por sus numerosas reuniones con
la patronal, que ese esquema se cumple siempre.
Los
compañeros estibadores deben saber, además, que aunque le arranquen
concesiones a los capitalistas en las negociaciones o las huelgas, la
propia marcha de la producción capitalista lleva a los patronos a
reducir costes de donde pueden: de los salarios y la mano de obra. El
Real Decreto es algo que tenía que pasar necesariamente mientras se
mantuviese en pie este brutal sistema que produce miseria por los
cuatro costados.
“Si
el capitalista no ha podido entenderse con el obrero –escribe
Engels–, se encuentra en condiciones de esperar, valiéndose de su
capital. El obrero no. No tiene otros medios de vida más que su
salario […] Desde el principio mismo, el obrero se encuentra en
condiciones desfavorables”
(Friedrich
Engels; “Un salario justo por una jornada justa”, 1881).
La
patronal y los partidos como el PSOE, Podemos y C’s van a presionar
por conseguir de los estibadores, con concesiones a su lucha, que
estos apoyen un Decreto Ley supuestamente bondadoso con los
trabajadores. Pero el único objetivo del Decreto, se maquille como
se maquille, es “dinamizar” el sector. Y eso, tarde o temprano,
por mucho que se opongan de boquilla los partidos burgueses y la
patronal, significa disminuir los salarios y reducir la plantilla.
Es
decir, lo único que pretende la patronal es conseguir que el Decreto
se apruebe, tengan que camuflarlo como sea, para una vez aprobado
dejar ver su auténtica naturaleza opresora. Es lo único que
pretenden con las apelaciones a la negociación.
La
Coordinadora aludía lo siguiente, tristemente:
“Las
declaraciones de los distintos grupos parlamentarios, Ciudadanos,
PSOE, Podemos y Coalición Canaria, que han asegurado que no
respaldarán una reforma legislativa sin negociación ha logrado que
el ministro acepte abrir una vía de diálogo. Durante
la tarde de hoy el ministro de Fomento ha dicho que retrasará la
presentación del Decreto Ley sobre la estiba que había manifestado
que llevaría al Consejo de Ministros del próximo viernes, 17 de
febrero. Este retraso, solicitado por Ciudadanos, PSOE, Podemos y
Coalición Canaria, viene condicionado a la suspensión de la huelga
convocada por Coordinadora, CCOO, UGT y CIG, para la próxima semana
y a que se inicie, de inmediato, la negociación entre las empresas y
sindicatos sobre las materias que no aceptan incluir en la norma:
garantía de los puestos de trabajo (subrogación), profesionalidad
de los trabajadores y modo de organización del trabajo en los
puertos. Así,
los sindicatos, no ejercerán su derecho a la huelga. Esta
convocatoria al paro de los puertos solo perseguía llamar la
atención sobre lo intolerable de una imposición en una modificación
legislativa de este calado. Si se abre la puerta al dialogo y al
consenso, queda sin sentido esta medida. Falta por confirmar, para
dar por desconvocada la huelga, la disposición de las empresas a la
negociación, después de que ayer se negaran a que esta tuviera
lugar hasta la aprobación del Decreto Ley. Los trabajadores quieren
pensar que, si es ahora el Ministerio quién abre esta posibilidad,
la patronal también se avenga a hacer un ejercicio de
entendimiento.”
(http://www.coordinadora.org/noticias/estibadores-ceep/14721-fomento-retrasa-la-presentacion-del-decreto-ley-en-el-consejo-de-ministros-de-este-viernes-por-lo-que-los-estibadores-no-ejerceran-su-derecho-a-huelga?server=1)
Sin
embargo, ¿qué ejercicio de entendimiento hicieron los capitalistas?
¡Veamos unas muestras!
“José
Luis Almazán, vicepresidente de PIPE (Plataforma de Inversores de
Puertos Españoles), mostró su malestar con la actuación de los
estibadores, al considerar que se trata "de uno de los pocos
colectivos que mantiene unos privilegios que son intolerables".
En declaraciones al programa 'Más de uno' de 'Onda Cero', aseguró
que la Plataforma ha valorado este problema, aunque entiende que el
único que puede solucionarlo es el propio sindicato de estibadores.”
¡Demasiados
privilegios y que debe ser la propia Coordinadora quienes “remedien
esta situación”! ¿Se puede ser más bocazas? Este señor Almazán,
sin embargo, no es sino un reflejo de lo que piensan todos los
capitalistas, aunque sea más descarado que aquéllos que tras siglas
variopintas debaten en el Congreso.
Ahora
bien, la propia Coordinadora admitía:
“Los
rápidos contactos y el trabajo realizado por los principales
sindicatos con los grupos parlamentarios de la oposición, noticia
que NAUCHERglobal avanzó en exclusiva, hace justo una semana, ha
dado sus frutos y Ciudadanos, Podemos y, sobre todo, Partido
Socialista, han señalado públicamente que no darán su apoyo en el
Congreso a las maniobras del ministro De la Serna y José Llorca,
quién debería ser cesado inmediatamente. De hecho, políticos
dentro del propio Grupo Popular habrían pedido su cabeza y la del
secretario de Estado, Gómez Pomar. En
un comunicado conjunto de Coordinadora, UGT, CCOO, CIG y CNT; como
convocantes de los paros, señalan que “la oposición del PSOE a la
convalidación del Real Decreto Ley 4/2017 aprobado por el Gobierno
abre una nueva oportunidad para el diálogo y la negociación,
exigida también por el resto de grupos políticos”. Muy a su
pesar, al Gobierno de Mariano Rajoy no le quedará otro remedio que
negociar con patronal y trabajadores que, como también ha adelantado
NAUCHERglobal, estarían cerca de llegar a un acuerdo al menos sobre
los principales puntos a convenir. No
obstante, con vista a la opinión pública y a la prensa no
especializada, los trabajadores señalan que “no ha habido ningún
avance en la negociación”, ya que “las empresas no se
comprometen a mantener en sus puestos de trabajo a sus actuales
trabajadores portuarios, ni aportaron los datos que se comprometieron
entregar a los sindicatos y al presidente del CES para justificar los
supuestos excedentes de las plantillas en cada puerto”.
Es claro postureo… Pese a ello, las negociaciones reales, que no
oficiales, dan un papel más preponderante a multinacionales como
Maersk, y dejan fuera de juego a la estadounidense JP Morgan (Noatum)
o a la plataforma PIPE de José Luis Almazán (miembro, como no podía
ser de otra manera, del Partido Popular). Así, la intención de los
trabajadores con la suspensión de los dos primeros días de huelga
es crear ‘un clima de normalización laboral que anime al
Ministerio de Fomento a salir de su cerrada posición e invite a la
negociación real, mediante la constitución de una mesa de diálogo
sobre la modificación del Decreto Ley presentado’.”
La
posición de los sindicatos es totalmente errónea y hostil a la
clase trabajadora. Están viendo que la negociación no es posible, y
aún así “luchan por ella”. ¡La clase obrera debe hacer valer
su auténtica fuerza y al menos forzar con la huelga a frenar las
leyes y prácticas antiobreras!
La
Coordinadora está haciendo muchas concesiones a los capitalistas,
siguiendo la influencia negativa de CCOO, UGT y los partidos
burgueses. Se les está presionando para que acepten un Decreto
falsamente modificado, sin siquiera la participación del Ministerio
de Fomento en la negociación:
En
esta línea se emplazan asimismo las instancias europeas, cuyo único
fin, recordemos, junto al de los capitalistas españoles, es
“dinamizar el sector” de la forma que sabemos: aumentando la
plusvalía que nos estrujan. Veamos unas declaraciones que no tienen
precio:
“La
comisaria de Transportes de la Unión Europea, Violeta Bulc, ha
solicitado a los partidos políticos españoles que respalden el
diálogo social entre los sindicatos de estibadores y la patronal
(Anesco) para desatascar el conflicto en los puertos españoles. «Les
aliento a dar apoyo a este diálogo» para que la reforma del régimen
laboral de la estiba alcance «resultados tangibles» y garantice «la
aplicación» del real decreto-ley aprobado hace dos semanas por el
Gobierno en Consejo de Ministros y que debe ser convalidado en la
Cámara Baja. Bulc, que ha intervenido en la comisión mixta de
Fomento y para la Unión Europea que ha tenido lugar en el Congreso
de los Diputados, ha recalcado que las «intenciones» que guían el
diálogo social, tras una norma con la que el Ejecutivo pretende dar
respuesta a una sentencia condenatoria del Tribunal de Justicia de la
Unión Europea, «son buenas» y así espera que «lo sean también
sus resultados». En este sentido, la política eslovena mostró su
defensa de las medidas adoptadas por la Administración española y
urgió a su inmediata aprobación. «La Comisión respalda plenamente
el real decreto. Hemos esperado mucho tiempo», indicó e hizo
hincapié en que Bruselas confía en que el 24 de marzo (fecha límite
para la convalidación parlamentaria) estará aprobado el real
decreto en la Cámara Baja. De lo contrario, advirtió, el Ejecutivo
comunitario podría intervenir nuevamente. «Tendremos que adoptar
medidas ulteriores», zanjó.”
(http://www.abc.es/economia/abci-comision-europea-pide-partidos-espanoles-apoyen-dialogo-entre-patronal-y-estibadores-201703071443_noticia.html)
¿No
es esto una amenaza? ¡O aceptáis el Decreto que “dinamiza el
sector” con el maquillaje puesto, por vuestra cuenta, o bien os lo
imponemos como nos venga en gana! ¿Qué medida nos queda para hacer
frente a semejante violencia del capital? ¿Buscar un diálogo
apoyando su propia posición, o “levantar en armas” los puertos
españoles para darles una buena lección de fuerza y de qué clase
detenta en sus manos el porvenir? ¡Para nosotros está claro!
Pero
por lo pronto, se han desconvocado parte de las jornadas que había
programadas para marzo. Se debe poner a fin a esta tendencia. Cómo
hacerlo es algo que lleva implícita la línea de nuestro Partido,
que queremos dar a conocer a los estibadores para que puedan armarse
y luchar contra el capital.
Pero
veremos cómo prosiguen los acontecimientos.
La
línea de nuestro Partido es como sigue:
a)
Apoyo a una Huelga general de estibadores del Estado para presionar a
los capitalistas, propiciándoles pérdidas reales, para que el
Decreto se frene lo máximo posible. La huelga es un elemento de
presión más fuerte que la negociación con posibilidad de huelga.
b)
Exhortación a los demás trabajadores de todo el Estado para
manifestarse en apoyo de los estibadores.
c)
Necesidad de la organización de los Consejos del Pueblo para crear
organismos capaces de arrancarle la política de las manos a los
explotadores y corruptos y darle las riendas del Estado a los
trabajadores de forma directa, como única condición para que estos
Decretazos no se vuelvan ni a repetir.
d)
Anulación de las deudas con el extranjero y compromisos con la U.E.
desventajosos para los trabajadores.
e)
Organizar a los trabajadores para que puedan asaltar los medios de
producción y hacerse dueños de ellos, única condición para
suprimir la explotación asalariada y la miseria reinantes en España
y el mundo.
No
en vano nos decía Karl Marx:
“Los
sindicatos trabajan bien como centros de resistencia contra las
usurpaciones del capital. Fracasan, en algunos casos, por usar poco
inteligentemente su fuerza. Pero, en general, son deficientes por
limitarse a una guerra de guerrillas contra los efectos del sistema
existente, en vez de esforzarse, al mismo tiempo, por cambiarlo, en
vez de emplear sus fuerzas organizadas como palanca para la
emancipación final de la clase obrera; es decir, para la abolición
definitiva del sistema de trabajo asalariado”
(Karl
Marx; “Salario,
precio y ganancia”,
1865).
Y
dicha abolición es imposible sin una revolución comunista, y ésta
también, si no organizamos a la clase obrera y al pueblo trabajador
fuera de la influencia de aquéllos que piden para los obreros no la
emancipación (obra de ellos mismos), sino unas mejores condiciones
de explotación, simplemente; nada mas. ¿Qué opinión nos merecería
quienes en vez de luchar por sacar al justo de la cárcel pidiesen
para él unos barrotes de oro en lugar de acero?
No
sabemos hasta qué punto los sindicatos mayoritarios en España, UGT
y CCOO, han arrastrado a sindicatos menores y de ramas laborales
específicas (como la Coordinadora) a su visión burguesa alejada del
objetivo expuesto por Marx: la completa emancipación de la clase
obrera. Pero que ese alejamiento es una traición a esta clase
obrera, revolucionaria por su misma esencia, y al pueblo, es un
hecho. ¡Que no siga teniendo aceptación entre vosotros,
trabajadores! ¡Que no os engañen sobre el “consenso” con
vuestros explotadores!
¡Por
una lucha abierta de los estibadores contra el capital!
¡Abajo
el Decretazo!
¡Abajo
los partidos burgueses!
¡Que
viva la lucha de la clase obrera y el pueblo!
[1]
Webgrafía suplementaria con información no citada en el artículo
pero sobreentendida:
http://www.elconfidencial.com/economia/2017-02-25/estibadores-huelga-puertos-fomento-estiba_1338425/
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