El Partido Comunista del Trabajo de España trabajará
activamente por organizar la revolución cultural. Elevará el nivel cultural y
técnico de las más extensas masas de obreros y campesinos, fomentará la
intelectualidad socialista al servicio del proletariado revolucionario
internacional y de las masas populares soviéticas, desarrollará la cultura
socialista acoplada a las formas nacionales y, por el florecimiento de la
ciencia y el arte. Y para lograr todo ello el P.C.T.E. se ocupará en
desarrollar las universidades y escuelas politécnicas tanto diurnas como
nocturnas y a distancia, toda una red de instituciones científicas, de
instrucción y de cultura, la organización y dirección del trabajo de las escuelas,
institutos técnicos y establecimientos de enseñanza superior, teatros, cines,
museos, bibliotecas, editoriales, estudios de cine y música, estaciones de
radio, etc., etc. Combinando con el trabajo del obrero y del campesino, el
estudio de la ciencia marxista-leninista y la elevación ininterrumpida de su
nivel científico, técnico, artístico, cultural, etc., mediante todo este sistema formativo.
Para todo este sistema de educación el estado socialista se inspirará en la correcta línea marxista-leninista del partido comunista y en las leyes de la construcción del comunismo y su fase inferior: el socialismo.
También se suprimirá la separación de la teoría científica con la realidad viva y la experiencia crítica (separación de teoría y práctica) y con la división de los estudios que existe bajo el capitalismo. Para ello se establecerán escuelas politécnicas donde se eduquen e inspiren a los alumnos en la actitud comunista ante el trabajo y los bienes sociales, en la disciplina consciente, en el ímpetu revolucionario ruso, en el sentido práctico norteamericano, en el patriotismo socialista y soviético, en el internacionalismo proletario y en la amistad y estimación por los trabajadores y revolucionarios de todo el mundo. Todo esto tomando como base la inalienable formación marxista-leninista, basada en el materialismo dialéctico e histórico y en la economía política marxista-leninista. Todas las enseñanzas han de estar basadas en la ciencia y en el ejemplo. Todo este conjunto imprimirá en el espíritu del alumno la cosmovisión marxista-leninista. Para la formación del hombre nuevo, del hombre comunista.
La educación que debe imperar en todo este sistema socialista de educación también debe estar encaminada a acabar con las viejas lacras heredadas por largos siglos de explotación y opresión en la historia humana. La conciencia social es el reflejo de las condiciones materiales de vida y va a la zaga de los cambios operados en la vida material. Por lo tanto, aún con el establecimiento del socialismo y de la dictadura del proletariado, en la conciencia de los obreros y de los campesinos todavía subsistirán las viejas ideas (manifestándose en costumbres, ideas, concepciones, moral, ideología, etc.). Ideas que las fuerzas reaccionarias tratarán de desarrollar para obstaculizar el avance de la sociedad humana hacia su porvenir comunista. Por lo tanto, los comunistas tenemos el deber de luchar contra todos estos hábitos, costumbres, concepciones, etc., y educar así a las masas populares en el espíritu y la vida del hombre nuevo.
Una educación compuesta por tres partes: formación intelectual y politécnica y educación física. Esto es, una educación combinada con la producción social. A su vez, este tipo de educación asegurará el desarrollo pleno y total de las capacidades físicas y espirituales del individuo. Acerca del tiempo de trabajo y de tiempo libre, cabe destacar que en el régimen socialista existe una interdependencia dialéctica entre el tiempo libre y la productividad del trabajo. En una palabra, a medida que aumente la productividad del trabajo aumentará el tiempo libre de los trabajadores. Y a medida que los trabajadores disponen de mayor tiempo libre, estos dominarán y desarrollarán el marxismo-leninismo, la cultural, la ciencia y la técnica, y a consecuencia de esto, se elevará la productividad; suponiendo esto un proceso paralelo e interconectado como hemos resaltado anteriormente.
Sin desarrollar la base material del socialismo, no habrá transformación alguna en el plano de la cultura. La superestructura (política, derecho e ideología social, incluyendo la cultura) surge de la infraestructura, y sólo puede desarrollarse una cultura socialista a través de los avances en la base económica, en el desarrollo del modo de producción socialista, de la dictadura del proletariado, del fin de la explotación del trabajo por el capital, de la lucha contra los restos capitalistas en todo frente, etc.
Asimismo, entendemos que la superestructura es el “cancervero” de la infraestructura, y que sólo sustituyendo por la vía revolucionaria el Estado burgués por el “poder soviético”, los consejos del pueblo, podrán acometerse (y sobre todo defenderse de la reacción) las transformaciones de la infraestructura. Estas transformaciones crearán una nueva base material socialista sobre la que deberemos desarrollar la lucha contra la cultura burguesa y los restos del capitalismo en todo ámbito social.
Para todo este sistema de educación el estado socialista se inspirará en la correcta línea marxista-leninista del partido comunista y en las leyes de la construcción del comunismo y su fase inferior: el socialismo.
También se suprimirá la separación de la teoría científica con la realidad viva y la experiencia crítica (separación de teoría y práctica) y con la división de los estudios que existe bajo el capitalismo. Para ello se establecerán escuelas politécnicas donde se eduquen e inspiren a los alumnos en la actitud comunista ante el trabajo y los bienes sociales, en la disciplina consciente, en el ímpetu revolucionario ruso, en el sentido práctico norteamericano, en el patriotismo socialista y soviético, en el internacionalismo proletario y en la amistad y estimación por los trabajadores y revolucionarios de todo el mundo. Todo esto tomando como base la inalienable formación marxista-leninista, basada en el materialismo dialéctico e histórico y en la economía política marxista-leninista. Todas las enseñanzas han de estar basadas en la ciencia y en el ejemplo. Todo este conjunto imprimirá en el espíritu del alumno la cosmovisión marxista-leninista. Para la formación del hombre nuevo, del hombre comunista.
La educación que debe imperar en todo este sistema socialista de educación también debe estar encaminada a acabar con las viejas lacras heredadas por largos siglos de explotación y opresión en la historia humana. La conciencia social es el reflejo de las condiciones materiales de vida y va a la zaga de los cambios operados en la vida material. Por lo tanto, aún con el establecimiento del socialismo y de la dictadura del proletariado, en la conciencia de los obreros y de los campesinos todavía subsistirán las viejas ideas (manifestándose en costumbres, ideas, concepciones, moral, ideología, etc.). Ideas que las fuerzas reaccionarias tratarán de desarrollar para obstaculizar el avance de la sociedad humana hacia su porvenir comunista. Por lo tanto, los comunistas tenemos el deber de luchar contra todos estos hábitos, costumbres, concepciones, etc., y educar así a las masas populares en el espíritu y la vida del hombre nuevo.
Una educación compuesta por tres partes: formación intelectual y politécnica y educación física. Esto es, una educación combinada con la producción social. A su vez, este tipo de educación asegurará el desarrollo pleno y total de las capacidades físicas y espirituales del individuo. Acerca del tiempo de trabajo y de tiempo libre, cabe destacar que en el régimen socialista existe una interdependencia dialéctica entre el tiempo libre y la productividad del trabajo. En una palabra, a medida que aumente la productividad del trabajo aumentará el tiempo libre de los trabajadores. Y a medida que los trabajadores disponen de mayor tiempo libre, estos dominarán y desarrollarán el marxismo-leninismo, la cultural, la ciencia y la técnica, y a consecuencia de esto, se elevará la productividad; suponiendo esto un proceso paralelo e interconectado como hemos resaltado anteriormente.
Sin desarrollar la base material del socialismo, no habrá transformación alguna en el plano de la cultura. La superestructura (política, derecho e ideología social, incluyendo la cultura) surge de la infraestructura, y sólo puede desarrollarse una cultura socialista a través de los avances en la base económica, en el desarrollo del modo de producción socialista, de la dictadura del proletariado, del fin de la explotación del trabajo por el capital, de la lucha contra los restos capitalistas en todo frente, etc.
Asimismo, entendemos que la superestructura es el “cancervero” de la infraestructura, y que sólo sustituyendo por la vía revolucionaria el Estado burgués por el “poder soviético”, los consejos del pueblo, podrán acometerse (y sobre todo defenderse de la reacción) las transformaciones de la infraestructura. Estas transformaciones crearán una nueva base material socialista sobre la que deberemos desarrollar la lucha contra la cultura burguesa y los restos del capitalismo en todo ámbito social.
Finalizando cabe
destacar que Lenin habló acerca de la cultura burguesa en varios escritos
suyos, así como también concibió la cultura proletaria. La cultura proletaria aparece con arreglo a
sus leyes mediante el desarrollo de los conocimientos acumulados por la humanidad
bajo el yugo de la sociedad capitalista siendo aquel el espíritu proletario que
penetra en la persona e impregna toda obra de arte, literatura, etc. Los
marxistas-leninistas y los trabajadores del arte y la cultura proletaria
defendemos la necesidad de dominar críticamente la voluminosa herencia cultural
del pasado, para así, poder crear la cultura más avanzada, la cultura
socialista. Por lo tanto se acometerá la tarea de conservar todo el material
cultural heredado del capitalismo para que sirva como estudio a los hijos de
las masas populares. Las riquezas espirituales del socialismo sobrepasarán con
notable rapidez y ventaja al reaccionario y obscurantista espíritu que engendra
el capital. El socialismo es un régimen superior a todos los regímenes sociales
previos, por consiguiente, la educación socialista desplazará con notable
velocidad al sistema educativo capitalista.
(Extraído del Programa aprobado en el I Congreso
del Partido Comunista del Trabajo de España; "La Revolución Cultural:
parte integrante de la Revolución Proletaria Socialista en España").
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