Movimiento Proletario (Marxista-Leninista) de España
A día de 16 y 17 de Abrir de 2016.
·El Congreso del Partido “Comunista” de Cuba y su acercamiento a EE.UU.:
En
la resolución hay que ver cómo el revisionismo cubano se está quitando la
máscara vendiéndose a los bloques imperialistas como país turístico (el turismo
es su sector clave, típico de una economía burguesa). No es un “tirunfo” de
Cuba sino la derrota definitiva del revisionismo, su fusión con el capitalismo
internacional más definitiva.
Ese
congreso marcará definitivamente a qué bloque imperialista preséntase Cuba en
relación de servidumbre. (Edit.: Al final salió vencedora la línea
pro-imperialismo norteamericano, de Raúl Castro y consortes).
·La Guerra de Ucrania:
Tenemos
que comenzar con la caracterización de clase del grupo “comunista” más
vitoreado por los “comunistas” del mundo. Hablamos de Borotba, que tiene toda
la cara de ser un grupúsculo militar “nacionalista de izquierda”, que ni apoya
a Yanukóvich ni a Putin, y que pretenden aprovechar la coyuntura para “una
revolución”, que sin sóviets, ni partido de vanguardia, ni Frente, será un
simple golpe de Estado que cambie la máquina estatal burguesa de manos pero no
tenga ni los medios para destruirla ni con qué sustituirla -Poder Soviético-.
Es un grupo, pues, no proletario, sino pequeñoburgués.
Desde
el M.P(m-l).E. apoyamos la lucha del pueblo ucraniano por su independencia de
ambos imperialismos. Si el Partido Leninista no está siendo creado, veremos en
Borotba al movimiento democrático burgués por excelencia en el conflicto. Los marxistas-leninistas
ucranianos no deben de dejar de organizarse ni abandonar el movimiento
revolucionario en manos de otro partido u organización (como puede ser
Borotba).
Desde
el M.P(m-l).E. debemos de dar una caracterización marxista-leninista del conflicto
ucraniano. El conflicto lo fue por una zona más de influencia para la Unión Europea, y
para quitar al imperialismo ruso uno de los principales compradores de su Gas
Natural. Es un conflicto de competencia imperialista por el mercado.
Se
desarrolla, esa situación, en Guerra Civil y en la partición de Ucrania en
“Ucrania” (Gobierno de Kiev) y “Novorossiya” (Gobierno del Dombass), que
mantienen un conflicto continuado pero no constante.
El
Gobierno de Kiev se caracteriza por su fascistización brutal (gobierno de
gángsters, prohibición de símbolos comunistas, sean revisionistas o m-l), y el
del Dombass por aprovecharse de los explotados con demagogia (llamaron a su
parlamento burgués “sóviet” para conseguir batallones internacionales).
La
lucha necesaria es por el Frente, el Partido m-l, y el poder soviético de
verdad; por una revolución proletaria socialista. Ésta puede que acoja, en la
“zona de Kiev”, una fase democráticoburguesa si ese gobierno sigue
evolucionando hacia donde lo está haciendo. El conflicto imperialista debe ser
aprovechado por los leninistas y las masas dirigidas por el proletariado de los
dos territorios de Ucrania, y veremos cómo evoluciona ésto, si se harán
necesarias luchas por la unificación en tanto que el movimiento m-l se desarrolle
a la vez en ambas zonas y se coordine, o demás derroteros.
·La situación de gobierno provisional de
España:
La
también llamada crisis política de España. Debe de hacer ver al pueblo que a la
democracia burguesa (otra forma más de la dictadura de ésta clase) le trae sin
cuidado su voluntad y que a fin de cuentas son los trapicheos entre partidos
burgueses los que deciden los gobiernos, y el capital quien decide su política
fundamental (ocurra esta crisis o no).
·Los “Panama
Papers”:
Están
dejando claro que hay facciones de la burguesía: los cabeza de turco y los que
no. Se está centrando la atención en éste nuevo caso de corrupción (sólo
posible por el capitalismo) para desviar la atención de la lucha de clases. Sin
embargo, los m-l podemos sacar en claro que en lugar de cumplir ese cometido,
el caso de los papeles de Panamá demuestra a los trabajadores que las
corruptelas de los burgueses se repiten. El problema de la corrupción sólo es
parte del problema del capitalismo.
Es
curioso que no toque ni a Alemania (que pareció financiar esa “búsqueda” de
papeles) ni a los revisionistas ni populistas que no gobiernan, quienes son el
baluarte de la continuación de la dictadura burguesa. Y no es que no los toquen
porque no tengan esos “affairs” (que para demostrar que pueden tenerlos nos
remitimos a quienes del mismo palo ideológico se hallan involucrados en los
mismos, como Dilma Roussef y Lula Da Silva en el P.T.B.)., sino porque no es
algo en lo que interese gastar recursos en este momento al capital.
·La crisis de
Venezuela. Solidaridad con el M.V.T.C.:
La
crisis capitalista en Venezuela se agudiza tomando la doble faz característica
de la carestía de un pueblo que sufre la exacerbada inflación de la moneda y de
las aventuras empresariales millonarias en que los burgueses de Venezuela se
embarcan. La burguesía de Venezuela se ha dividido en dos, propiciando estas
dos fracciones los enfrentamientos políticos entre “chavistas” y “opositores”
que han marcado la historia más reciente del país desde 2005. Ambos grupos se
corresponden respectivamente a los sectores de la economía auspiciados por
créditos chinos y rusos, por la parte chavista, y norteamericanos por la parte
“opositora”.
El
tinte revisionista del hasta ahora partido indisputado, el PSUV, y sus aliados
el PCV y cía, ha convertido al régimen burgués de Venezuela en un productor de
frases populistas sobre la “revolución”, el “anti-imperialismo” (básicamente,
situarse como prostituta de todos los bloques imperialistas y mantener el
capitalismo propio intacto, pero dominado por el monopolismo del Estado burgués
en lugar de por su simple anarquismo “libremercantil”), etc... Los hechos
actuales vienen a demostrar que “tal revolución” no salió ni pretendió salir
del marco legal burgués, ni obviamente de sus relaciones de producción
características. Esa “revolución” reproduce las relaciones que mantienen a los
explotadores existiendo y empoderados. Nosotros estamos contra tales
“revoluciones” que sólo lo son de palabra (pues tampoco en el plano democrático
burgués se consiguió mucho).
Es
por ello que todo nuestro apoyo y solidaridad es para con los
marxistas-leninistas de Venezuela, coaligados bajo la bandera del Movimiento
Venezolano de Trabajadores Comunistas, que poco a poco crece en su lucha contra
el revisionismo y el imperialismo, es decir, contra la burguesía de toda calaña
y la explotación. Estamos seguros de que conseguirán éxitos heróicos en un
futuro nada lejano.
¡Sin
dictadura del proletariado no hay anti-imperialismo consecuente ni socialismo!
·La crisis de
SYRIZA y en Grecia:
Se
pone de manifiesto en qué acaba el reformismo: si un partido reformista como lo
fue SYRIZA y como lo es Podemos, IU, etc... intenta, en la máquina estatal
burguesa, luchar contra la burguesía, acabará arrodillada y escaldada respecto
al imperialismo, en este caso, europeo. El cambio de discurso de SYRIZA es
análogo al de Pablo Iglesias, con la salvedad de que los primeros dejaron su
jerga “izquierdista” tras fracasar después de la toma de poder, y los segundos
lo están haciendo antes de ésta (¿desde cuándo no usan en mitines ni discursos
públicos los burócratas de Podemos sus conceptos antimarxistas de “casta”,
“precarieado”, etc...?).
En
la situación griega, SYRIZA se ha convertido en el partido Kadete griego, y
Tzipras en una caricatura de Alexandr Kerenski. Ante éste partido, fragmentario
y revisionista-oportunista, se oponen en teoría los del K.K.E. (partido
“comunista” griego), quienes son gerentes de una política socialdemócrata,
electoralista y cuando no, economicista-tradeunionista. No están preparando los
medios de la insurrección proletaria, sino que en lugar de eso y al estilo de
sus colegas españoles del P.C.P.E., se están perfilando como un gran sindicato,
mas un pésimo partido de “vanguardia”.
Ante
el K.K.E. se está levantando a su vez el llamado “K.K.E. (1918-1955)”, o
“Anasintaxi”, partido que dice defender a Enver Hoxha y a Nikos Zakariadis
(marxista-leninista griego, secretario general del K.K.E. que Nikita Jrushchov
destruyó para sustituirlo por el actual desde 1956). Conociendo sus
resoluciones y demás, no podemos decir que sea tanto revisionista como
vacilante. Sus relaciones internacionales con partidos revisionistas como el
P.C.E. (m-l) (que peca de republicanismo burgués y de no actuar entre las masas
correctamente) lo delatan como tal, pero sus artículos sobre el gobierno
griego, la guerra de Siria, etc... son sumamente interesantes.
Sin
embargo, hacen nula autocrítica de las desviaciones izquierdistas que el primer
K.K.E. tuvo en la guerra civil griega, cuando se rindieron a la intervención
imperialista extranjera dejando la guerra al principio en manos de estas
potencias angloamericanas, y organizar después algunos levantamientos marcados
por el luxemburguismo, ajeno al leninismo. Y es curioso que Zakariadis en su
día sí que hiciese esa autocrítica, junto a la mayor parte del viejo K.K.E.
La
crisis en Grecia no está cerca de solucionarse. Mientras que se desarrolla la
charlatanería revisionista y burguesa, y los oportunistas luchan entre sí por
los puestos del gobierno; el pueblo trabajador griego se hunde cada vez más en
la miseria. El gobierno revisionista-burgués no ha cumplido si quiera el
programa mínimo de su programa reformista, desenmascarándose por completo.
¿Cómo iba a triunfar un programa que hacía a los magnates europeos del capital
perder tiempo y no solucionaba los problemas del pueblo trabajador ni de su
vanguardia proletaria? El ejemplo griego muestra una vez más el completo
fracaso de los revisionistas. Todo aquel que se aleje del prisma marxista-leninista
está condenado irremediablemente al fracaso. Ni los revisionistas de la K.K.E.
ni los revisionistas de SYRIZA traen (ni pretenden traer en realidad) ninguna
solución para la clase obrera.
Engañar
a los inconscientes y desinformados es posible, pero a los comunistas y a los
obreros conscientes, que influencian de hecho a los anteriores, no. Todos
aquellos que renegaron del pasado revolucionario de los Partidos Comunistas
después del putsch jrushchovista se condenaron al precipicio directamente, pese
a las advertencias de los marxistas-leninista de entonces. Como ya avisó Enver
Hoxha, la burguesía y los revisionistas modernos (fundidos con la
socialdemocracia) han tocado muy rápido los clarines de la victoria, pero no
saben que el capitalismo no tiene ninguna salida, ni reforma, solo su
superación a través de la revolución. Una revolución que nace de las propias
condiciones que emanan del imperialismo por su propia evolución. Tampoco tienen
salida los revisionistas de diferente calaña. Lo único que pasará tarde o
temprano es el desenmascaramiento total del oportunismo y su bancarrota,
organizándose finalmente, la revolución proletaria socialista dirigida por el
verdadero partido marxista-leninista. Y ésto, como muestra el colapso de
experiencias revisionistas, está ya comenzando.
·Declaración
de intenciones con la O.C.F.:
Desde
el Movimiento Proletario (marxista-leninista) de España hacemos un llamamiento
a la Organisation Communiste de France para unir esfuerzos en la lucha común
contra el capitalismo en su fase imperialista, el revisionismo y la
contrarrevolución.
Son
los principios los que nos unen, ¡dejemos que ésta unión se satisfaga
igualmente sobre la práctica y el trabajo conjunto!
Desde
el M.P(m-l).E. proponemos a los camaradas franceses de la O.C.F. que nos
coordinemos para fortalecer el movimiento revolucionario en España, Francia y
el mundo, gracias al apoyo mutuo y la resolución conjunta de problemas.
·La ICOR, la
guerra de Siria y Rojava, y el Estado Islámico:
Desde
el M.P(m-l).E. vemos a la ICOR como una internacional revisionista, de
claudicación ante la intrusión de la ideología burguesa en el comunismo,
organizando esta claudicación en el plano mundial:
“La
ICOR agrupa a partidos y organizaciones con igualdad de derechos que son muy
diferentes respecto a su tamaño, las experiencias prácticas, organizativas y
políticas, las raíces históricas ideológicas, su tarea estratégica y a las
condiciones socioeconómicas. Deben colaborar respetuosamente y aprender
mutuamente para su lucha común.” (Estatutos de la ICOR, II Congreso Mundial, 20
de enero de 2016).
Desde
luego, ¿qué objetivos comunes puede tener un maoísta, que pretende dejar la
revolución burguesa a la mitad del camino, con un marxista-leninista, que
pretende todo lo contrario? ¿Qué objetivos comunes pueden tener quienes
defienden la alianza a largo plazo con la burguesía y quienes ponen de
manifiesto que la existencia de ésta es incompatible con la construcción del
socialismo? Naturalmente, a medio y largo plazo, ninguno. Y es precisamente una
alianza de principios y de objetivos estratégicos lo que debe unir a los
Partidos en una Internacional.
Que
los “hoxhistas” (a pesar de quienes defendemos de verdad a Enver Hoxha) del “P.M.L.(R.C.)”
se unan a la horda de partidos maoístas y revisionistas que se dan cita en la
ICOR so pretexto de “aliarse en la revolución democrática internacional” es
hacer gala de una actitud nada digna de un partido marxista-leninista.
Algunos
militantes de este partido “argumentan” que la ICOR no es una Internacional.
No, en efecto, sólo es una coordinadora mundial de partidos y organizaciones
que tiene unos estatutos a cumplir por las secciones de la misma (¡sí, sí!
¡secciones!), celebra congresos, etc...
En
efecto, sus estatutos nos sorprenden con una serie de delegaciones
internacionales que coordinan el trabajo entre unas secciones/partidos
afiliados que sólo tienen que reconocer la autoridad de los Congresos de la
ICOR, sus estatutos, etc... ¡Qué va a ser una internacional!
Además,
aunque digan que cada partido es de ideología diferente (lo que nos parece a su
vez una desfachatez), bien que arguyen en sus estatutos que “no vale atacar al
maoísmo”, equiparándolo falazmente al “estalinismo” cuando tantas mentiras y
ataques burgueses, deformaciones teórico-prácticas, etc... se ha marcado el
primero contra el segundo:
“...
una clara línea demarcatoria frente al revisionismo, trotskismo y anarquismo,
así como a cualquier forma de anticomunismo como los ataques hostiles y la
instigación burguesa contra el llamado "estalinismo" o
"maoísmo" y la dictadura del proletariado” (ídem.).
¿Y
qué harán allí mas que claudicar ante el revisionismo los buenos de R.C.? Si
bien es cierto que no mandaban militantes a Rojava por su cuenta, sí que éstos
“se les iban” a causa de las vacilaciones de R.C ante la ICOR y el maoísmo. Y
llegaron, de hacer bien poco en España, a colaborar con los milicianos
(maoístas o trabajadores sin partido, etc...) de Rojava, donde no pueden hacer
denuncia práctica alguna del revisionismo ni redirigir a las masas a la
revolución.
Respecto
a la guerra del pueblo kurdo, por cómo se ha organizado y las corrientes que
lleva a la cabeza, la definimos como una guerra democrático-burguesa que ha
tomado la envoltura de guerra de liberación nacional. El deber de los
marxistas-leninistas del Kurdistán es hacer que el proletariado dirija la lucha
de liberación nacional, se gane a las amplias masas campesinas y
semiproletarias, y las consiga llevar a la lucha por la dictadura del
proletariado. Sin embargo, el P.K.K. está bien lejos de conseguir ésto, optando
por tácticas voluntaristas, de colaboración abierta y acrítica con la burguesía
nacional, y de desmantelamiento de la sustitución del Estado burgués por el Estado
proletario, optando por una serie de medidas casi titoístas sobre la cuestión
estatal, que los llevan a políticas antiobreras como la “autogestión”. Una
táctica como ésta no puede obrar ninguna estrategia que a largo plazo beneficie
al pueblo kurdo. Además, alejar su lucha de la lucha por la revolución
proletaria en los territorios que esa zona ocupa (norte de Siria, parte de
Iraq, etc...) sería un gran error. La lucha nacional debe de ser supeditada a
la lucha de clase, y no viceversa.
Desde
el M.P(m-l).E. apoyamos las luchas del pueblo trabajador de todas las zonas en
conflicto que comprenden el territorio del Kurdistán, dividido en diversos
Estados.
Para
terminar, el M.P(m-l).E. condena al Estado Islámico como un instrumento de la
reacción en Oriente Medio y el mundo, pero ve los atentados atribuidos al ISIS
en Europa como una consecuencia de la injerencia imperialista, que provoca el
sufrimiento de inocentes tanto en la zona en conflicto como en los países
metrópoli. Ahora más que nunca el proletariado europeo y norteamericano debe
abandonar el simplismo chovinista y nacionalista para unirse contra sus Estados
imperialistas respectivos, en pos del internacionalismo proletario verdadero.
El
pueblo trabajador francés debe recordar que fue el mismo Estado francés (junto
con la U.E. y Estados Unidos) el que colaboró con el ISIS (así como EE.UU. lo
hizo con su partero -del ISIS- Al Qaeda tiempo atrás) debido a unos intereses
que se relacionaban a corto plazo con sus propios intereses imperialistas para luchar
contra su enemigo también imperialista, Rusia, que tenía el control del régimen
de Al Assad. Al igual que con el caso de Hitler en la II Guerra Mundial,
resultó a largo plazo que conforme más cebaban al ISIS, ésta se envalentonaba
más y actuaba por su propio pie, para erigirse como potencia explotadora en la
zona en detrimento de sus ex-aliados y sus enemigos del principio. Y es
entonces cuando se desboca y quienes un día antes les abrazaban, acunaban y
armaban, ahora dan la voz de alarma para aplastar a la “amenaza terrorista”,
que, mientras va en interés de su propio imperialismo, no es tal.
·Los atentados
en Europa y la crisis de los refugiados:
Desde
el M.P(m-l).E. consideramos que la crisis de los refugiados está llevando a la
fascistización de Europa y Estados Unidos, al hacer aflorar la vena más
chovinista de la burguesía de éstos países (pues está claro que la crisis de
los refugiados en Europa repercute en las políticas de su adalid
norteamericano).
Esta
crisis, provocada por los conflictos imperialistas en el mundo, es uno de los
productos más peculiares del desarrollo que hoy por hoy toma el imperialismo
mundial, la deslocalización de empresas, las multinacionales, la división
internacional del trabajo, etc... Y como tal, consideramos que la afluencia de
refugiados a los países metrópoli hará que el ejército industrial de reserva se
aumente, disminuyendo el salario y agudizándose las contradicciones
capitalistas, entre trabajo y capital, entre países imperialistas y colonias, y
entre los diferentes países imperialistas (como se ve hoy día con motivo de las
diferentes políticas sobre los refugiados que llevan los países de la U.E.). La
crisis de los refugiados se hace notar tanto cuando éstos entran en un país
metrópoli de acogida, como cuando los hacinan en campos de concentración a las
afueras de las fronteras de los mismos. Es, por tanto, una confesión que nos da
la vida diaria de que el capitalismo ha llegado a un nivel de irresolución de
sus contradicciones que vuelve a ponerse de manifiesto la unión de los
explotados, sea cual sea su procedencia y demás, contra los explotadores en los
países imperialistas y por la liberación en los países dependientes o
neocolonizados.
La crisis de los refugiados se ha unido con la injerencia del Estado Islámico en Europa a base de atentados autoreconocidos. Ésta injerencia ha servido de pretexto para que los burgueses de Europa “pierdan la fe” en los refugiados, o al menos, busquen excusas para intentar atravesar el callejón sin salida en que se encuentra el capitalismo: pretenden que los refugiados no pasen de las fronteras para que no afecten al “status quo” de la aristocracia obrera europea que en la mayoría de países ya estaba comenzando a desmoronarse por su propio pie, pero sin embargo, esa táctica burguesa de evitar que entren los refugiados a su país lleva al hacinamiento entre fronteras de esta masa furiosa y hambrienta a la que tanto temen, pues puede ser una reserva muy potente de la revolución proletaria en cualquiera de los países de Europa central y del Este (donde esta crisis se concentra).
A
la burguesía le interesa y no le interesa el aumento del ejército industrial de
reserva en sus países de origen. Les interesa porque disminuiría el salario
pero no les interesa porque agudizarían las contradicciones capitalistas que
llevan a su perdición definitiva, en su propio país, cuando esta burguesía
puede extraer superbeneficios de la explotación neocolonial de los pueblos.
Los
atentados del ISIS parecen haberse dejado ocurrir (en el caso de Bélgica, su
policía secreta conocía por otros servicios de inteligencia del mundo la
intención y localización de los terroristas) para tener una excusa con motivo
de afianzar la intervención en las zonas de conflicto imperialista de Oriente
Medio.
La
gran curiosidad es que los atentados de París, de Bélgica, etc... no fueron
provocados por gente refugiada, sino por residentes y nacidos en el país en
cuestión. Otros defensores de la explotación se oponen a la entrada de
refugiados (para encubrir el motivo inconsciente fundamental; evitar que afecte
a su statu quo de la “pacífica explotación”) poniendo el caso de una violación
que supuestamente cometió un refugiado o un grupo de éstos en Alemania, lo que
ocasionó grandes protestas y el resurgir del movimiento neonazi en el país. Si
tomásemos en realidad las violaciones cometidas antes de llegar los refugiados
con las de después, esa gentuza se daría con las estadísticas en las narices.
Para
finalizar, hay quienes no se oponen a los refugiados, se solidarizan con ellos,
y olvidan tanto la perspectiva de la revolución (sólo alegan en pos de “los
derechos humanos”, etc... sin olvidar que cuando entren al país, la gran
mayoría formará parte del ejército industrial de reserva y estarán explotados),
o bien quienes dicen que “se les está tratando con preferencia una vez entran
en el país”. Los argumentos para esto último son bastante pobres, ya que se
basa en una abstracción de todos los casos: sólo conocen el caso entre mil de
aquél que ha conseguido subsistir con un empleo de la pequeña burguesía media y
olvidan a los que perecen a causa del hambre y las enfermedades o consiguen (si
pueden) un empleo paupérrimo.
La
revolución proletaria debe ser el objetivo estratégico fundamental de los
partidos leninistas del “viejo continente”, que han de luchar por unir los
esfuerzos de los explotados contra el capital y aprovechar las revueltas de los
refugiados en las fronteras como reserva de la revolución proletaria en su
propio país.
Desde
el M.P(m-l).E condenamos la objetiva fascistización de la democracia burguesa
(marcada en leyes como la de extranjería de Suiza, la ley mordaza de España, la
ley sobre la entrada de refugiados de Polonia y Hungría, etc...), a la que se
lleva por la agudización de las contradicciones imperialistas que tomó la forma
de la guerra de Ucrania, la crisis de los refugiados y la progresiva
depauperación de los trabajadores y la proletarización a la que lleva el
capitalismo ineluctablemente sea cual sea su máscara.
Desde
el M.P(m-l).E. nos solidarizamos con la difícil situación de los miles de
refugiados en Europa y el mundo, y alzamos el puño por la única solución
posible, la dictadura del proletariado.
La
burguesía está en un callejón sin salida; no pude “solucionar” un problema
relativo a la explotación del trabajo por el capital sin hacer que el remedio
le sea más perjuicioso que la enfermedad. Tenemos un ejemplo con el caso del
fascismo, el que aunque esconda (a diferencia de la democracia burguesa) la
explotación capitalista con el manto del enemigo más visible de la camarilla
militar gobernante, es más inestable al agudizar los males del pueblo
trabajador y los medios con que éste puede defenderse y atacar al régimen
burgués.
·El ascenso de
Donald Trump en EE.UU.:
Donald
Trump es la encarnación de esa fascistización que hemos comentado en la
resolución anterior. Este burgués y fascistófilo, haciendo gala de un discurso
que le es propio como parte integrante del gran capital financiero que es,
trata de ganarse a las masas trabajadoras alienadas de EE.UU. Parte de estas
masas trabajadoras estadounidenses han llegado a esta situación de alienación
por la propia enajenación, degeneración y agonía que reina en el capitalismo
estadounidense pese a las prédicas falaces del “American dream” (el sueño de
los explotadores y la pesadilla de los explotados, claro).
Por
la otra parte, con el mismo penoso discurso populista y “hollywoodiense”, la
facción burguesa de la rama “demócrata”, trata de encauzar la indignación de
ciertos sectores del pueblo estadounidense, hastiados por las guerras
imperialistas, la corrupción propia del capitalismo, etc., hacia la obtención
de votos para postergar la dictadura de la burguesía bajo su forma
“democrática” (que no puede vivir sin la alienación de las masas y es
suplantada por el fascismo casi tan pronto como ésta alienación desaparece,
como se ve también en el “lejano” ejemplo de Turquía con el régimen de
Erdogan).
Toda
ésta fantasiosa “lucha” entra el “dividido” pueblo estadounidense polarizado
entorno a los dos partidos que comunican los medios burgueses, están muy lejos
de reflejar la realidad. Ya que verdaderamente más del 40 por cierto del pueblo
no cree en las mentiras de la dictadura burguesa, y desconfían en el sistema
democrático-burgués norteamericano (véase las elecciones del 6 de noviembre de
2012).
Los
revisionistas del partido “comunista” de los Estados Unidos de América debido a
su eclecticismo teórico y práctico han llegado a fondo del lodazal
revisionista, hasta tal punto de apoyar pública y abiertamente a los imperialistas
norteamericanos (véase sus numerosos respaldos en las últimas décadas al
Partido Demócrata).
Las
masas populares estadounidenses explotadas y oprimidas demandan un verdadero
cambio en la situación actual que solo lo podrá dirigir el partido vanguardia.
Ante tal situación urge el partido marxista-leninista en los Estados Unidos de
América para que desenmascare esta situación y canalice la energía del pueblo
trabajador americano hacia su verdadero enemigo: el imperialismo mundial.
El
M.P(m-l).E. llama a la lucha del pueblo trabajador norteamericano contra el
fascista Donald Trump y la explotación capitalista en general. Llamamos a que
los marxistas-leninistas que operen en EE.UU. no desconecten la lucha del
primero con la segunda y consecuyan la dictadura del proletariado en base a la
estrategia y tácticas del marxismo-leninismo, de Marx, Engels, Lenin, Stalin y
Hoxha.
·La cuestión
catalana:
Desde
el M.P(m-l).E. consideramos que la situación en Cataluña es producto del
desarrollo interno de las contradicciones del capitalismo, y el proceso de
Artur Mas y cía, una respuesta originada en la burguesía para atraer al pueblo
a un movimiento nacional que, mientras siga bajo la dirección de los
capitalistas, no hará más que alternarse como un simulacro tras otro de
independencia, quedándose a mitad de camino y no acabando nunca. No cabe
olvidar que la burguesía española está constituida también por la burguesía
catalana; es decir, que los explotadores del pueblo trabajador catalán siempre
han servido a los explotadores del resto del Estado.
El
problema básico es si Cataluña puede ser considerada una nación, y, en base a
eso, una nación “oprimida por la burguesía española” (aunque no estemos de
acuerdo con deslindar a la burguesía catalana y a la del resto de España).
Stalin definía la nación de la siguiente manera:
“Nación
es una comunidad humana estable, históricamente formada y surgida sobre la base
de la comunidad de idioma, de territorio, de vida económica y de psicología,
manifestada ésta en la comunidad de cultura. Además, de suyo se comprende que
la nación, como todo fenómeno histórico, se halla sujeta a la ley del cambio,
tiene su historia, su comienzo y su fin. Es necesario subrayar que ninguno de
los rasgos indicados, tomado aisladamente, es suficiente para definir la
nación. Más aún: basta con que falte aunque sólo sea uno de estos rasgos, para
que la nación deje de serlo.” (J. Stalin, “El marxismo y la cuestión nacional”,
1913).
Hagamos
un repaso. ¿Tiene Cataluña, al igual que Euskadi y Galicia, un idioma
claramente propio? Sí. ¿Tienen una comunidad de territorio? También. ¿Y de
cultura? Igualmente sí. Ahora bien, ¿qué ocurre con la comunidad de vida
económica? Está claro que la hay, es decir, que aunque mantenga unas
condiciones de vida análogas a las del resto del Estado español, el tipo de
desarrollo de la industria y las ramas de la producción en cada territorio ha
marcado una especialización de la vida económica de cada territorio que compone
España.
Joan
Comorera nos decía que:
“España
es un Estado imperialista, decía José Díaz. El problema nacional no es
secundario, sino principal, y su solución no es posible considerarla aparte de
la solución de los problemas que plantea la revolución proletaria. Cataluña,
Euskadi y Galicia son tres nacionalidades oprimidas por el imperialismo de
España. Y estas tres nacionalidades tienen el derecho inalienable a resolver
por sí mismas sus destinos, a unirse con España, a separarse de España, si ésta
es su voluntad. Y nosotros, comunistas, afirmaba José Díaz, tenemos el deber de
ayudar a estas nacionalidades, de defender su derecho de utodeterminación,
porque un pueblo que oprime a otro pueblo no puede ser libre, y nosotros
queremos, de verdad, una España libre.” (Joan Comorera; “José Díaz y la
cuestión nacional”, 1942).
Sin
embargo hoy, después del proceso burgués de la “transición”, no podemos dejar
de ver a España como un país “multicéntrico”, es decir, un país en el cuál la
burguesía pertenece a todas las naciones que componen el Estado español. No se
da, pues, la dominación de la burguesía de una nación respecto al resto de
naciones. Mas ésto no hace más que acrecentar el carácter de clase del problema
nacional.
El
movimiento nacional debe de solucionarse mediante la lucha de clases, es decir,
la lucha del proletariado debe ser reconducida a abandonar la bandera de la
burguesía, la bandera del nacionalismo, para preparar la insurrección
socialista en cuanto más territorio mejor. El proletariado y las masas
trabajadoras catalanas deben de unirse al del resto de España en su lucha
contra el enemigo común, la burguesía. La tarea de los marxistas-leninistas
consiste en realizar la denuncia práctica del nacionalismo, anteponer a éste la
autodeterminación de los pueblos, y hacer que el proletariado catalán se desencante
con la “independencia nacional” que conseguiría bajo la dominación de la
burguesía, que vea los simulacros con que esta clase burguesa, vacilante e
incapaz de dirigir un movimiento democrático-burgués, traiciona a las masas.
Además los leninistas tenemos que luchar por concienciar al proletariado de que
su triunfo sólo en una zona relativamente pequeña del país sería prontamente
debilitado, siendo así por la facilidad que tendría para ser sitiado y porque
dejaría instituciones burguesas, de dictadura burguesa, intactas en el resto
del territorio. Con ésta advertencia leninista al proletariado catalán se
conseguiría que el proletariado de toda España luchase efectivamente por su
liberación completa contra la explotación del capital.
Desde
el M.P(m-l).E. consideramos que la teoría burguesa-expansionista de la C.U.P.
según la cuál hay que “crear los Països Catalans” de forma forzada, es decir,
que Cataluña se anexione Valencia (sea con o sin permiso del pueblo de ésta e
independientemente de las relaciones de producción) tiene que ser denunciada.
Otra cosa sería que ambos pueblos ejerciesen su autodeterminación de forma que
quisiesen unirse en un sólo territorio.
Desde
el M.P(m-l).E. llamamos al proletariado de toda España a unirse bajo sus
intereses comunes para luchar contra sus explotadores, verdadera causa del
malestar que padece.
Consideramos
que, sin embargo, de conseguirse finalmente el triunfo del proceso soberanista
en Cataluña, su proletariado debería luchar por instaurar allí la dictadura del
proletariado y arrastrar tras el ejemplo al resto de proletarios y masas
trabajadoras de España, para finalmente unir sus esfuerzos bajo una dictadura
del proletariado conjunta. Pero comprendemos que, mientras ese triunfo del
soberanismo no se de, el proletariado catalán nunca debe de dejar de unir sus
fuerzas con el del resto de España.
* * *
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